El aislamiento obligatorio dispuesto por el Gobierno para reducir las chances de contagio del coronavirus alteró radicalmente la rutina de los argentinos y con eso, las finanzas de cada hogar. El flujo de ingresos comenzó a verse afectados y la duda respecto de cuánto se prolongará la situación de anomalía obliga a adoptar estrategias para estar preparados.

“El bien escaso en estos momentos son los pesos, por lo tanto debemos cuidarlos como oro y hacer una asignación eficiente . Hay que hacer un presupuesto de planificación en una situación que uno tiene que mirar como de supervivencia”, apunta María Laura Tramezzani, socia de AAG Finanzas.PUBLICIDAD

Si bien inicialmente la situación de quienes trabajan en relación de dependencia y perciben un salario es muy distinta a la de los autónomos que dependen del trabajo diario para generar ingresos, los analistas consideran que lo ideal es que todo el mundo ordene sus cuentas y tenga un plan en mente. A continuación, seis consejos de los expertos.

Hacer un presupuesto

“Si nunca hiciste un plan, éste es el momento. Anotá cuánta plata tenés para vivir y planteá un escenario de gastos hasta, por lo menos, fines de abril. Es decir, planificá teniendo en mente el peor escenario posible” , sugiere el analista financiero Edgardo Pascualini, fundador de la consultora Funny Money.

Sabrina Castelli, creadora de Mujer Financiera, coincide en esa recomendación y apunta que lo fundamental es “conocer el nivel de gasto mensual de vida para entender si vamos a tener el ingreso para afrontar todos esos gastos”. Luego, hay que preguntarse cuáles son las categorías en las que se podría ahorrar (algunas como viáticos y salidas se ven reducidas forzosamente), “considerando que se vienen tiempos difíciles”.

"Los pesos son hoy el bien escaso y hay que cuidarlos como oro", dice Tramezzani
“Los pesos son hoy el bien escaso y hay que cuidarlos como oro”, dice Tramezzani Crédito: Banco Central

Además, Castelli recomienda llevar el registro de todos los gastos realizados durante la cuarentena para entender qué consumos cambian (puede subir alimentación o servicios digitales, por ejemplo) y mantenerlos bajo control.

Restringir los gastos a lo esencial

Según Tramezzani, el consumo en estas circunstancias debe estar limitado a dos prioridades básicas: “comer y cuidarse” , lo que incluye gastos en alimentos, en medicamentos y en medicina prepaga. El resto del consumo, apunta, es superfluo en este contexto.

“Cuando uno termina de cubrir sus necesidades de supervivencia tiene que decidir a quién le paga. Lo que uno tiende hacer es primero pagarle a las personas que, a diferencia de bancos y empresas, se van a ver afectadas por ese ingreso para sobrevivir. Recién luego va bajando hacia otras prioridades”, apunta Tramezzani.

Pascualini considera clave no solo postergar gastos innecesarios sino también permanecer informado para no destinar dinero a pagos que podrían ser aplazados por las circunstancias excepcionales. Por ejemplo, el Gobierno dispuso suspender por 180 días los cortes de servicios públicos ante la falta de pago de hasta tres facturas consecutivas, como establece la norma actualmente. Tampoco rigen, por disposición oficial, los vencimientos de los resúmenes de tarjetas que tengan fecha dentro de la cuarentena.

Así, el analista sugiere que frente a la necesidad de hacer rendir el dinero disponible, postergar el pago de servicios y tarjetas puede ser una forma de financiarse.

No tomar deuda por demás

Castelli señala que si del presupuesto realizado resulta que no va a ser posible cubrir todos los gastos con el ingreso, hay que precisar cuánto es el dinero que falta y, o bien compensarlo con la reducción de algún otro gasto, o bien buscar alternativas de financiación, como pueden ser las tarjetas de crédito. En este último caso recomienda “tener en claro cuánta deuda va a ser necesario tomar” y ajustarse a ese número.

Cotejar tasas de interés

A la hora de buscar financiación, leer con atención la letra cada chica de cada instrumento disponible es una prioridad. Así se evitan errores como tomar un préstamo personal para pagar la tarjeta de crédito que tiene una tasa de interés superior a la que cobra la tarjeta por la deuda, por ejemplo.

La tarjeta de crédito es la herramienta más a mano para buscar financiación. En un segundo orden aparecen los préstamos personales bancarios. “Hoy hay créditos a tasas financiadas del 50% (tasa nominal anual), que son una buena posibilidad hasta que la actividad se vuelva a organizar”, dice Castelli, y agrega: “Si voy por esa opción es importante contemplar la cuota de ese crédito para los próximos meses para asegurarme de que la voy a poder pagar”.

El Banco Central dispuso suspender el vencimiento de las tarjetas
El Banco Central dispuso suspender el vencimiento de las tarjetas Fuente: LA NACION – Crédito: María Amasanti

En el caso de las pymes, señala, hay bancos que están otorgando créditos con tasa nominal anual de alrededor del 35%. “Es una tasa atípica en el mercado financiero, muy buena, que si alguien la necesita para el pago de empleados, sueldos o insumos es una buena opción”, apunta.

También Lucía Aguilar, creadora de la cuenta de finanzas personales @luli.invierte, recomienda aprovechar las tasas de interés en baja para, cuando sea posible, “renegociar deudas pasadas con tasas más convenientes”.

Stockearse con criterio y responsabilidad

Según Pascualini, la compra anticipada de mercadería es una buena estrategia frente a la posibilidad de desabastecimiento y del aumento de precios, pero es necesario hacerlo con criterio.

“Por un lado, solo e s válido para aquellas cosas que sé que voy a consumir, si no es malgastar el dinero. Por otro lado, hay que hacerlo de manera responsable para no contribuir al desabastecimiento y generar un problema más para el otro”, señala.

Estar informado sobre nuevas medidas económicas

En un contexto tan dinámico como el actual es importante estar atento a las medidas oficiales que van surgiendo y que pueden tener impacto en la propia vida. “Yo digo que a mal de muchos no es consuelo de tontos, como dicen, sino que es a favor de todos. Porque si muchas personas tienen el mismo problema, el Estado tiene que tomar una decisión para asistirlo”, dice Pascualini.

En ese sentido, recordó el Ingreso Familiar de Emergencia de $10.000 anunciado para monotributistas de las categorías más bajas y trabajadores informales, cuyas solicitudes se comenzaron a gestionar el viernes pasado.

Por: Delfina Torres Cabreros